sábado, 21 de marzo de 2015

No me sé

Considero que la mayor parte del tiempo soy una persona bastante normal, emocionalmente hablando al menos, y a veces tiendo a molestarme con algunas cosas. Eso es hablando de mí en general, pero hay días en los que simplemente alguien debería encerrarme en una cajita de cristal y dejarme ahí hasta que me calme. Considero que a pesar de no tener un IQ emocional de lo más elevado, he aprendido a controlarme bastante bien, a excepción de esos días.

Esos días particulares, simplemente no soy yo, no me siento como yo, es como si alguien tomara control de mi cuerpo, y yo, desde afuera presenciara todas las atrocidades que este ente maligno realiza. Es como si todo el cúmulo de mala vibra saliera disparado en un minuto, de forma intensa y desmedida, sin dirección definida, y una vez salió, ya no hay mucho que pueda hacer al respecto. Es en estos momentos en los que me siento incapaz de estar con alguien, incapaz de verle el lado bonito a la vida, y mucho menos a mí misma. Comienzo a sentir un enojo hacia mí por haber perdido el control ese segundo, por haber hablado de más o haber lanzado esa mirada venenosa, o haber hecho ese gesto, y me invade un sentimiento de decepción y frustración. Es entonces cuando no me aguanto, no me sé.

viernes, 20 de marzo de 2015

Maquillaje

Hace algunos años alguien me hizo pensar mucho con un sólo comentario: "Las mujeres se visten y se arreglan para otras mujeres". En su momento me sonó algo ilógico, pero al examinar la situación con más atención, me di cuenta que tenía cierto grado de razón. Cada vez que yo salía con mis amigas, trataba de verme siempre linda para ellas, y me arreglaba más que cuando salía con el que entonces era mi pareja.

Uno de los factores esenciales, en lo personal, para sentirme "arreglada" es el maquillaje. En un inicio no tenía ni la más puta idea de cómo aplicar el maquillaje y que se viera bien, y terminaba viéndome todo el tiempo como un panda. Poco a poco, fui entendiendo mejor cómo combinarlo, la forma correcta de usarlo, y obviamente, fui entendiendo la importancia de comprar productos de calidad, pues después de todo van directo a mi cara.

En algún punto, me acostumbré tanto a utilizar maquillaje, que cada vez que ando con la cara lavada (como yo le suelo decir), me siento demacrada y fea. La gente, como ya se acostumbró a verme así, cuando no tengo ni un trazo de delineador, me pregunta si estoy enferma, si estoy triste, si ya comí. Hasta a mí me cuesta reconocerme sin maquillaje, y entonces entendí que en cierta forma, el tratar de "arreglar" los trazos de mi rostro, de enmarcar los ojos, ocultar imperfecciones, resaltar atributos con el uso de colores y texturas, me brinda cierta seguridad.

El día de hoy, en parte por la pereza y en parte porque tenía ganas de andar al natural, no me maquillé para nada. Como era de esperarse, la mayoría de mujeres me preguntaron si estaba enferma, si me había desvelado, si estaba de goma, y varias cosas más, hasta que les dije: "Lo diferente es que hoy no tengo maquillaje". Para mi sorpresa, al tipo al que quiero gustarle, se me acerca y me dice - "Oye Chiquita, hoy no te has puesto nada de maquillaje, ¿verdad?", y yo - "No", a lo que me responde - "te ves muy bonita así, por favor, no te vayas a maquillar hoy, quiero verte así todo el día, me encanta tu carita".

Una parte de mí se resistió al comentario, pues me pareció contradictorio que me pueda ver bien sin "arreglarme", pero otra parte de mí se sintió bastante halagada y feliz de saber que alguien pueda verme tal como soy, sin disfraces, sin máscaras, y aún así pensar que soy bella.

Extrapolé ese pensamiento al resto de mi vida, y me doy cuenta que siempre se encuentra uno tratando de "arreglar o maquillar" las situaciones, de darle forma artificial a la vida, cuando en realidad, lo que uno debiera hacer es simplemente mostrarse como es, y aunque pueda incomodarle a algunos, siempre habrá alguien dispuesto a detenerse y admirar lo que ve, e incluso, a hacer cumplidos por la limpieza reflejada. Decido pues, poner atención a lo que realmente la merece, y cimentar mi seguridad en lo que soy y no en lo que los demás pueden llegar a percibir.

lunes, 16 de marzo de 2015

Ensueños

Una de las cosas que más disfruto es soñar. Sin importar si el sueño es bueno o malo, me encanta saber que mi imaginación es capaz de crear escenarios fantásticos, surreales, que me hacen sentir viva no sólo mientras sueño, sino también al recordar esos espacios mentales, esas ideas vívidas.

La definición dice que los sueños son manifestaciones mentales de imágenes, sonidos, pensamientos y sensaciones en un individuo durmiente, y normalmente relacionadas con la realidad. Además, cabe mencionar que el soñar es un acto totalmente involuntario, lo cuál lo hace aún más interesante.

Los sueños siempre me han ayudado a conectarme en cierta forma con pensamientos que temo mostrar al mundo, e incluso a mí misma, me ayudan a identificar ciertas preocupaciones o pensamientos recurrentes, y algunas veces me ayudan dándome herramientas para un autodiagnóstico muy amateur de lo que va ocupando mi mente.

Si algo es cierto, es que mi imaginación no tiene límites, y esa debiera ser nuestra inspiración diaria, el hecho de saber que los límites (en muchas ocasiones) los ponemos nosotros, y si aprendiéramos a retarnos un poco más, alcanzaríamos muchos de nuestros objetivos.


miércoles, 11 de marzo de 2015

De vuelta


Tenía ganas de iniciar un nuevo blog, de comenzar de cero, borrón y cuenta nueva (literalmente). Sin embargo, a pesar que hay posts muy imbéciles en este blog, que ya no reflejan nada de lo que soy o mis intereses, hay otros que me transportan al momento exacto en el que fueron escritos y entiendo el porqué de su existencia.
Lo cierto es que he decidido retomar un poco la catarsis, y dejar mis pensamientos al aire, no para que alguien específico los lea, sino para dejarlos de constancia para mí misma, pues este es un ejercicio personal y si le llegara a servir a alguien, ya sea para sentirse identificado o para burlarse, pues ahí está. Así que básicamente este es un post que marca un nuevo inicio de algo que no sé cuánto durará.

Paz,
Mayvis.