El tiempo pasa, y nosotros seguimos aprendiendo, seguimos creciendo, seguimos sufriendo, seguimos riendo. Lo importante es que después de cada vez que caemos, nos seguimos levantando.
Algunas veces, basta con que nos sacudamos el polvo para seguir adelante, sin embargo, otras veces es necesario tomarnos nuestro tiempo en el suelo, recuperar la conciencia, sobarnos los golpes, limpiar las heridas, para poder retomar nuestro camino.
Muchas veces, después de levantarnos, cogeamos, y seguimos adoloridos del golpe que hemos sufrido, pero lo importante es seguir en la jugada. Honestamente, muchas veces no he podido levantarme sola, y no siento vergüenza alguna de haber pedido ayuda, al contrario, me siento amada por las personas que me han tendido la mano para ayudar a levantarme.
He aprendido que el orgullo en lugar de enaltecerme, me frena. He aprendido que cuando se ama, se sufre inevitablemente, porque tenemos algo que perder. Sin embargo, es un camino bello por recorrer.
Lo que ha quedado es un deseo de obtener y alcanzar la tan anhelada "paz interior", quiero obtener mi Shanti. Para mí en particular, eso quiere decir, llegar a aceptarme y perdonarme plenamente a pesar de mis defectos. Quiere decir alcanzar un estado de tranquilidad semi perdurable; estabilidad emocional ante todo!
Después de la gran caída que he sufrido, me he comenzado a encaminar hacia Shanti, y es un camino bastante largo, pero el cual estoy recorriendo bastante despacio, y tratando de disfrutar el paseo. Con la cabeza en alto, y los pantalones bien puestos, sigo mi camino.
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