Mentalmente estamos muchas veces aprisionados, encerrados en lo que tenemos qué hacer, más que en lo que tenemos qué ser.
Yo en cambio, sueño, sueño con todo lo que me puede distraer, alejar de mis pensamientos usuales, de las preocupaciones, de las metas sin alcanzar.
Este día ha sido elegido para soñar con agua, con escapar al lugar de mi juventud, el bello Lago de Atitlán. Allí encuentro paz, me encuentro a mí, y simplemente soy.
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