martes, 2 de febrero de 2016

Sueños de verano

Una de las mayores ilusiones con las que inicié el año, no eran los festivales musicales, era poder conocer de dónde vienes, conocer tus raíces, eso que te hizo ser la excelente persona de la que me enamoré.

Soñaba con sentir ese frío sobrecogedor, que te llega hasta los huesos, siendo contrarrestado por tu calor. Derretirme al verte feliz, al saberte feliz, al sentirte feliz.

Soñaba con esos páramos que tanto te apasionan, que los llevas en el corazón, y pensaba que me podría por algún momento fusionar con todas esas sensaciones tuyas.

Anhelaba conocer a tu gente, a esa mujer hermosa que te dio la vida, a ese hombre que te amó y formó, a esos amigos que te acompañaron en tu vida anterior. Escuchar a los tuyos y a ti hablar, con ese acento que me ha tenido alucinando por tanto tiempo.

Sería el mejor verano que habría pasado hasta ahora, y era porque llegaría a ser por un instante parte de ese mundo que te ha llevado a ser ese hombre maravilloso, lleno a su vez de sueños, de metas hermosas.

Deseaba con todo mi ser poder compartir todo eso, pero en mi caso, muchas veces los sueños se quedan sólo en eso, no se llegan a concretar.

Guardaré de igual forma todo eso como un bello recuerdo de una ilusión que me mantuvo viva y feliz.

Te amo hasta siempre.