Sin embargo, con el tiempo uno va aprendiendo a hacer una de dos cosas, que te pelen las cosas o ignorar un poco el dolor y suprimirlo para continuar con la vida.
Termino el 2015 con el corazón en la mano, un poco herido, observándolo, contemplándolo y admirando su complejidad, un poco también su belleza, pero sobre todo con la certeza de quererlo cuidar y resguardar a toda costa.
El 2015 ha sido tal vez el año más intenso que he vivido hasta ahora, lleno de amor, de lindas experiencias, de amigos y también de golpes económicos, quebrantos de salud y una lucha constante por mantener la salud mental y emocional (no siempre ganada, pero seguimos luchando).
No me fue nada mal, tomando en cuenta que no tenía ningún tipo de expectativa sobre el año, pues ya no acostumbro a tener propósitos a inicio de año, así que sólo puedo poner todo en la balanza y entender que siempre tengo más cosas lindas que decepciones. Ante todo, termino el año llena de agradecimiento por todo.
Para el nuevo año que comienza en unas horas, sólo queda decirle que acá estoy, lista para lo que trae, que sé que será un roller-coaster de emociones y cosas duras también, pero que no quiero desperdiciar mucho tiempo en sufrir, sólo sufriré lo necesario para sacar mi aprendizaje, pero por lo demás, quiero estar feliz, quiero construir buenas memorias y darle importancia a lo que la merece.
Con respecto a los propósitos, sí tengo varios, y romperé mi tradición de no tener expectativas, porque hay ciertos objetivos puntuales que sí tengo en mente y que quiero alcanzar.
En cuanto a la herida de fin de año, me toca observarla, cuidarla y tratar de sanarla, ara que no sea un impedimento en mi camino. Cambiaron las cosas, sí, esperando que el cambio sea favorecedor, pero sobre todo, que sea para mi protección y auto conservación.
Así que todo listo para seguir adelante y evitar ver atrás, y que los nuevos tiempos traigan nuevos retos, nuevos sentimientos, nueva música y sobre todo, nueva voluntad. Estaré dispuesta a estar con la gente que de verdad me quiere en su vida, y para todo lo demás, paz ante todo.